lunes, 26 de agosto de 2013

1984 - GEORGE ORWELL

Mi última lectura es el clásico de ficción distópica “1984”, de George Orwell. Había oído hablar de este libro en muchas ocasiones, pero no me había animado a leerlo hasta ahora. Es una novela bien escrita, con una prosa correcta, pero carente de intensidad y emoción. Desde mi punto de vista, la narración es como el mundo que describe: gris. Tal vez ésta fuera la intención del autor, pero he de reconocer que no ha sido una lectura excesivamente agradable. Sin embargo, he terminado el libro y no me ha aburrido. Por tanto, a pesar de que la técnica narrativa es sencilla y no conmueve, la historia es interesante y te atrapa. 
Sobre el contenido, la obra aborda la recreación de un mundo opresivo, asfixiante, controlado completamente por ese conocido “Gran Hermano” que debe estar presente incluso en nuestros pensamientos. Seguramente el escritor realizaba una crítica a los totalitarismos de su época: nazismo y comunismo, que pretendían controlar a la población de tal manera que la individualidad se disolviera en la comunidad. 
Me parece una novela muy interesante como llamada de atención. Tal vez nos resulte exagerado lo que narra, pero la sociedad avanza por un camino que, bajo una apariencia de libertad absoluta, nos pone delante las opciones entre las que debemos elegir. En realidad, nuestro albedrío se mueve con libertad entre opciones preestablecidas. Puedes ser un trabajador sumiso, un joven alternativo, o incluso un hippie… detrás de cada opción hay una industria que produce mercancía para ser consumida por las diferentes opciones. Nos identificamos con aquello que consumimos, y creemos diferenciarnos de los demás y adquirir una identidad única, pero en el proceso de construcción de identidad no hacemos más que alimentar el sistema, ya compremos ropa de segunda mano en una tienda alternativa, o ropa de marca en una tienda exclusiva. 
¿Por qué hago esta reflexión? Porque creemos que somos libres, pero en realidad seguimos patrones ideados para nosotros. No me quejo, puede que sea una buena forma de libertad, la más factible, tal vez. Pero debemos estar atentos, no engañarnos con esta ilusión y atacar cualquier intento de control, para que el mundo que nos describe esta novela nos parezca siempre exagerado...

miércoles, 14 de agosto de 2013

PRESENTACIÓN EN FNAC MARBELLA

Me acaban de mandar el cartel promocional de la presentación que vamos a hacer en Marbella de la novela. Para mí es un placer compartir con vosotros esta información, porque sé que os alegra. El acto tendrá lugar en el FNAC de La Cañada y lo presentarán Allen Mortensen, fundador de la editorial SELEER y excelente persona, y Francisco Javier Moreno, doctor en Historia del Arte, autor de numerosas publicaciones y persona muy querida en Marbella, donde llegó a ser concejal de cultura durante el gobierno de la gestora. 
Si alguno de vosotros vive cerca y le apetece pasarse a escucharnos y pasar un rato agradable, estaré encantado de veros por allí. 


lunes, 12 de agosto de 2013

BAJO LAS ESTRELLAS

Se tumbaron junto a la ciénaga, sobre un lecho arenoso de antiguas inundaciones. Drunan levantó la cabeza de su hijo y juntó un pequeño montón de tierra para que le sirviera de apoyo. Boca arriba, ambos tenían la sensación de estar flotando en un mar de estrellas. El brillo titilante los hipnotizaba y les producía una sensación de vértigo, de caída hacia arriba. 
-Me encanta -dijo el pequeño. 
El padre sonrió y se mantuvo en silencio. Las noches eran muy cortas en aquella estación y quería saborear ese momento de poesía y belleza. 
-¿Vendremos todas las noches? 
-Si quieres, sí, hijo. 
El hombre se encontraba satisfecho, su hijo era como él, sabía apreciar aquellos sencillos regalos que la Madre les ofrecía. Tal vez pudiera ocupar su lugar cuando creciera. Sería un buen guía para su pueblo. 
-¿Cuál es esa estrella? 
-¿Aquella? -preguntó señalando la más brillante. El pequeño asintió-. Es una estrella como la nuestra, la que nos da vida y calor, pero está lejos. ¿Sabes?, los hombres de ciencia afirman que alrededor suya orbita un planeta muy parecido a éste, con condiciones muy buenas para albergar vida. 
En ese instante los ojos del niño se encendieron de interés. 
-¿Se ve desde aquí? -el padre señaló una débil luz cercana a la estrella-. ¡Uaah! -exclamó su hijo. 
-Es el tercer planeta de ese sistema y tiene un satélite. 
-¿Sólo uno? 
-Sí, hijo, sólo uno. Según los sabios, ese planeta tiene más agua que tierra, ¿te lo puedes imaginar? 
La mente del niño voló e intentó visualizar cómo sería un planeta con tanta agua. Sin duda, estaba fascinado por aquella visión. A partir de aquel momento permaneció callado, absorto en sus pensamientos, observando la minúscula luz rodeada por la inmensidad del firmamento. Una curiosa sensación lo invadió y le hizo estremecerse. Sintió que desde aquel punto perdido en un mar de estrellas, alguien le devolvía la mirada…

martes, 6 de agosto de 2013

LAS ARENAS DE AMÓN

Mi última lectura ha sido una novela histórica de manual. Valerio Massimo Manfredi es un autor muy conocido con una gran habilidad para narrar. Es todo un especialista en el género de la novela histórica, donde destaca. Su mérito, desde mi punto de vista, reside en saber coger a personajes históricos, que normalmente están revestidos de un aura cuasi mágica, y convertirlos en personas, tratar de acercarnos a la persona que hay detrás del personaje. En este caso, en “Alexandros: Las arenas de Amón”, se centra en la figura de Alejandro Magno. 
Su estilo es muy fluido y de fácil lectura. Sin caer en cultismos ni excesivos lirismos, cuenta una historia que por su sencillez narrativa atrapa. Las descripciones, aunque abundantes, no son pesadas, lo que consigue introducirnos en el ambiente que recrea. Cuando digo que es una novela histórica de manual me refiero precisamente a todo esto, no se trata de una novela culta, con un lenguaje refinado ni un análisis profundo de personalidades, pero ofrece una visión muy creíble y atractiva de una realidad histórica. Personalmente, creo que la novela histórica debe abandonar ese tono formal que normalmente la domina y evitar caer en tópicos, para convertirse en el digno género que en realidad es. Como autores de novela histórica, prefiero a Tariq Alí o Maalouf, que utilizan los recursos de la novela de calidad ordinaria para sus novelas históricas. 
Las arenas de Amón es la segunda obra de una trilogía sobre la figura de Alejandro. He decidido leerla aislada porque está ambientada en la etapa que más me llama la atención, la conquista de Anatolia y la llegada a Egipto de las tropas macedonias. 
En resumen, se trata de una novela bien escrita que narra correctamente unos hechos muy interesantes. La recomiendo en la medida en que os llamen la atención los hechos que narra. Sin grandes aspiraciones literarias, el autor maneja con precisión el lenguaje para conseguir lo que se propone: entretener y enseñar. 

jueves, 1 de agosto de 2013

LA SOLEDAD DE ESCRIBIR...

Escribir, en esencia, es soledad. Todos los que escribimos sabemos de lo que hablo. Se trata de una actividad en la que el escritor debe aislarse del mundo real para construir el suyo propio. Son muchas las horas que pasamos en el estudio leyendo, imaginando y derramando sobre el teclado nuestras ideas. Para muchos, esta actividad es difícil de comprender, entienden que las horas de soledad no se pueden compensar con el producto que sale de ellas. 
Pero esas personas no tienen en cuenta que al escribir creamos, damos vida a aquello que se esconde en nuestra cabeza. Mientras imaginamos vivimos, y saciamos una sed que de ninguna otra forma se puede calmar. Como decía en otra entrada, es una compulsión la que nos arrastra a encerrarnos junto al escritorio. Los personajes de nuestras novelas se definen al ritmo del tecleo y llegan a adquirir una personalidad que está por encima de nosotros mismos. Por tanto, escribir no es soledad, es crear nuestra propia compañía. Pasamos horas con ellos, alegrándonos y sufriendo a su par, tomando decisiones sobre unos destinos que, en la mayoría de las ocasiones, tenemos la sensación de intuir, más que inventar, como si pudiéramos atrapar con palabras una realidad que ya existía antes que nosotros, pero que no todos pueden percibir. 
Finalmente, de manera altruista, regalamos sus historias para que hagan compañía a nuestros lectores, para que ellos también se emocionen con nuestros personajes, y se alegren, y sufran con ellos, de la misma manera que hemos hecho nosotros al "parirlos". 
Escribir no es soledad, escribir es llenar nuestra vida y la de muchos otros con una de las mejores compañías que existen: un libro.