Cuando se piensa en la historia de al-Andalus se tiende a relegar al reino nazarí de Granada a una especie de coletilla final, un resquicio sin importancia con el que este intenso período histórico llega a su fin. Nada más lejos de la realidad y, para ilustrar esta afirmación, adjunto una imagen del diagrama histórico que se expone a la entrada del Museo Arqueológico Nacional. Como se puede apreciar fácilmente, el reino nazarí de Granada pervive durante más tiempo que el emirato y califato cordobés juntos.
La supervivencia durante más de dos siglos y medio de un reino musulmán rodeado de reinos cristianos interesados en su conquista, acosado y debilitado en diferentes momentos históricos, es una verdadera hazaña económica, diplomática y militar que los sultanes, visires y hayibs granadinos hicieron posible.
Más que de una coletilla final, hablaría de un colofón, más que de decadencia, hablaría de esplendor, de imaginación, de habilidad y de refinamiento.
Por poner un ejemplo, la Alhambra, el libro de poemas más bello del mundo, fue adornado con los materiales más pobres, como el yeso y la madera. Sin embargo ha sido durante siglos una obra de arte respetada, admirada y conservada por propios y ajenos. De Medina Azahara, basada en la opulencia y el gasto desmedido, poco se conserva a día de hoy, por desgracia. Ésta es la habilidad, la imaginación y el refinamiento de los nazaríes a los que me refiero...
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